martes, 3 de enero de 2012

Visita del Santo Padre a México

Todo listo para la visita del sumo pontifice, aqui tenemos las actividades que llevára acabo.


La segunda visita de Benedicto XVI a América Latina será del 23 al 28 de marzo de 2012. La conferencia episcopal de México ha publicado algunos de los detalles de esta visi ...ta.

Benedicto XVI dejará Roma el 23 de marzo y llegará el mismo día a México, concretamente al aeropuerto de León. Allí le recibirá el presidente de México, Felipe Calderón y el obispo de la ciudad entre otras autoridades civiles, religiosas y militares.

Durante su estancia en México, el Papa se hospedará en la Residencia de las Religiosas del Colegio Miraflores, en la ciudad de León.

El sábado 24 de marzo Benedicto XVI se reunirá con representates del gobierno del país en la ciudad de Guanajuato.

Al día siguiente, 25 de marzo, Benedicto XVI celebrará una misa multitudinaria en el Parque Bicetenario. Ese mismo día se reunirá con los obispos del país y representantes de los demás países de América Latina y el Caribe en la Catedral de León.

El 26 de marzo se viajará a Cuba. Aterrizará en la ciudad de Santiago de Cuba, a 900 kilómetros de la capital La Habana. Allí le recibirá el presidente Raúl Castro y obispos cubanos.

Según el programa, el 27 de marzo el Papa celebrará una misa en conmemoración por los 400 años de la aparición en Cuba de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de la isla. Ese mismo día volará a La Habana, donde se reunirá con el presidente Raúl Castro.

El Papa se despedirá de América Latina el 28 de marzo. Por la mañana celebrará una misa en la Plaza de la Revolución, donde ya lo hizo Juan Pablo II en 1998.

Una visita que se espera que refuerce el diálogo entre la Iglesia católica y el gobierno comunista de Cuba.
 

domingo, 1 de enero de 2012

Maria, Madre de Dios


María es verdaderamente Madre de Dios.

Pregunta: "¿Cómo puede ser María la madre de Dios, si Dios ya existía antes de que ella naciera?"

Respuesta: En el diccionario encontramos que "madre" es la mujer que engendra. Se dice que es madre del que ella engendró. Si aceptamos que María es madre de Jesús y que Él es Dios, entonces María es Madre de Dios.

No se debe confundir entre el tiempo y la eternidad. María, obviamente, no fue madre del Hijo eternamente. Ella comienza a ser Madre de Dios cuando el Hijo Eterno quiso entrar en el tiempo y hacerse hombre como nosotros. Para hacerse hombre quiso tener madre. Gálatas 4:4: "al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer". Dios se hizo hombre sin dejar de ser Dios, por ende María es madre de Jesús, Dios y hombre verdadero.

Entonces, María es Madre de Dios, no porque lo haya engendrado en la eternidad sino porque lo engendró hace 2000 años en la Encarnación. Dios no necesitaba una madre pero la quiso tener para acercarse a nosotros con infinito amor. Dios es el único que pudo escoger a su madre y, para consternación de algunos y gozo de otros, escogió a la Santísima Virgen María quién es y será siempre la Madre de Dios.

Cuando la Virgen María visitó a su prima Isabel, esta, movida por el Espíritu Santo le llamó "Madre de mi Señor". El Señor a quien se refiere no puede ser otro sino Dios. (Cf. Lucas 1, 39-45).

La verdad de que María es Madre de Dios es parte de la fe de todos los cristianos ortodoxos (de doctrina recta). Fue proclamada dogmáticamente en el Concilio de Efeso, en el año 431 y es el primer dogma Mariano.

Antecedentes de la controversia sobre la maternidad divina de María Santísima:

Los errores de Nestorio

En el siglo V, Nestorio, Patriarca de Constantinopla afirmaba los siguientes errores:

Que hay dos personas distintas en Jesús, una divina y otra humana.
Sus dos naturalezas no estaban unidas.
Por lo tanto, María no es la Madre de Dios pues es solamente la Madre de Jesús hombre.

Jesús nació de María solo como hombre y más tarde "asumió" la divinidad, y por eso decimos que Jesús es Dios.
Vemos que estos errores de Nestorio, al negar que María es Madre de Dios, niegan también que Jesús fuera una persona divina.

La doctrina referente a María está totalmente ligada a la doctrina referente a Cristo. Confundir una es confundir la otra. Cuando la Iglesia defiende la maternidad divina de María esta defendiendo la verdad de que, su hijo, Jesucristo es una persona divina.

En esta batalla doctrinal, San Cirilo, Obispo de Alejandría, jugó un papel muy importante en clarificar la posición de nuestra fe en contra de la herejía de Nestorio. En el año 430, el Papa Celestino I en un concilio en Roma, condenó la doctrina de Nestorio y comisionó a S. Cirilo para que iniciara una serie de correspondencias donde se presentara la verdad.

Concilio de Efeso

En el año 431, se llevó a cabo el Concilio de Efeso donde se proclamó oficialmente que María es Madre de Dios.

"Desde un comienzo la Iglesia enseña que en Cristo hay una sola persona, la segunda persona de la Santísima Trinidad. María no es solo madre de la naturaleza, del cuerpo pero también de la persona quien es Dios desde toda la eternidad. Cuando María dio a luz a Jesús, dio a luz en el tiempo a quien desde toda la eternidad era Dios. Así como toda madre humana, no es solamente madre del cuerpo humano sino de la persona, así María dio a luz a una persona, Jesucristo, quien es ambos Dios y hombre, entonces Ella es la Madre de Dios" -Concilio de Efeso

La ortodoxia (doctrina recta) enseña:

Jesús es una persona divina (no dos personas)
Jesús tiene dos naturalezas: es Dios y Hombre verdaderamente.
María es madre de una persona divina y por lo tanto es Madre de Dios.

María es Madre de Dios. Este es el principal de todos los dogmas Marianos, y la raíz y fundamento de la dignidad singularísima de la Virgen María.

María es la Madre de Dios, no desde toda la eternidad sino en el tiempo.

El dogma de María Madre de Dios contiene dos verdades:

María es verdaderamente madre: Esto significa que ella contribuyó en todo en la formación de la naturaleza humana de Cristo, como toda madre contribuye a la formación del hijo de sus entrañas.

María es verdaderamente madre de Dios: Ella concibió y dio a luz a la segunda persona de la Trinidad, según la naturaleza humana que El asumió.

El origen Divino de Cristo no le proviene de María. Pero al ser Cristo una persona de naturalezas divina y humana. María es tanto madre del hombre como Madre del Dios. María es Madre de Dios, porque es Madre de Cristo quien es Dioshombre.

La misión maternal de María es mencionada desde los primeros credos de la Iglesia. En el Credo de los Apóstoles: "Creo en Dios Padre todopoderoso y en Jesucristo su único hijo, nuestro Señor que nació de la Virgen María".

El título Madre de Dios era utilizado desde las primeras oraciones cristianas. En el Concilio de Efeso, se canonizo el título Theotokos, que significa Madre de Dios. A partir de ese momento la divina maternidad constituyó un título único de señorío y gloria para la Madre de Dios encarnado. La Theotokos es considerada, representada e invocada como la reina y señora por ser Madre del Rey y del Señor.

Más tarde también fue proclamada y profundizada por otros concilios universales, como el de Calcedonia(451) y el segundo de Constantinopla (553).

En el siglo XIV se introduce en el Ave María la segunda parte donde dice: "Santa María Madre de Dios" Siglo XVIII, se extiende su rezo oficial a toda la Iglesia.

El Papa Pío XI reafirmó el dogma en la Encíclica Lux Veritatis (1931).

La Madre de Dios en el VAT II: este concilio replantea en todo el alcance de su riqueza teológica en el más importante de sus documentos, Constitución dogmática sobre la Iglesia, (Lumen Gentium). En este documento se ve la maternidad divina de María en dos aspectos:

La maternidad divina en el misterio de Cristo.

La maternidad divina en el misterio de la Iglesia.

"Y, ciertamente, desde los tiempos mas antiguos, la Sta. Virgen es venerada con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles suplicantes se acogen en todos sus peligros y necesidades.... Y las diversas formas de piedad hacia la Madre de Dios que la Iglesia ha venido aprobando dentro de los limites de la sana doctrina, hacen que, al ser honrada la Madre, el Hijo por razón del cual son todas las cosas, sea mejor conocido, amado, glorificado, y que, a la vez, sean mejor cumplidos sus mandamientos" (LG #66)

En el Credo del Pueblo de Dios de Pablo VI (1968): "Creemos que la Bienaventurada María, que permaneció siempre Virgen, fue la Madre del Verbo encarnado, Dios y salvador nuestro"

En 1984 consagra J.P.II el mundo entero al I.C. de María, a través de toda la oración de consagración repite: "Recurrimos a tu protección, Santa Madre de Dios"

María por ser Madre de Dios transciende en dignidad a todas las criaturas, hombres y ángeles, ya que la dignidad de la criatura está en su cercanía con Dios. Y María es la mas cercana a la Trinidad. Madre del Hijo, Hija del Padre y Esposa del Espíritu.

"El Conocimiento de la verdadera doctrina católica sobre María, será siempre la llave exacta de la comprensión del misterio de Cristo y de la Iglesia"

"Y la Madre de Dios es mía, porque Cristo es mío" (S. Juan de la Cruz)

jueves, 29 de diciembre de 2011

La Sagrada Familia


Queridos hermanos y hermanas:


Las celebraciones de la Navidad, transidas de gozo interior por el nacimiento de Jesucristo, el Salvador, son propicias para avivar la fe y la oración. Este ambiente navideño me da pie para volver nuevamente al tema de la plegaria y cómo esta formaba parte de la vida cotidiana de la Sagrada Familia de Nazaret. Aquella casa, en efecto, es una escu ...ela de oración, donde se aprende a escuchar y a descubrir el significado profundo de la manifestación del Hijo de Dios, a ejemplo de Jesús, José y María.

La Sagrada Familia es icono de la Iglesia doméstica y una invitación a rezar juntos. Es en el seno del hogar donde los hijos se inician en la oración gracias a las enseñanzas de sus padres. Por consiguiente, una educación auténticamente cristiana no puede prescindir de la experiencia de la plegaria. Si la oración no se aprende en casa, es difícil después llenar este vacío.

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los fieles procedentes de la Diócesis de Girona, acompañados por su Obispo, Monseñor Francisco Pardo, así como a los demás grupos venidos de España, México y otros países latinoamericanos.

Invito a todos a descubrir la belleza de rezar en el seno del hogar, asiduamente y en espíritu de comunión, siguiendo así el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret. A la protección de Jesús, José y María encomiendo a los padres y a las madres de familia, para que inculquen en sus hijos el amor a la oración, invocando junto a ellos el Santo Nombre de Dios.

Os deseo un feliz año nuevo y que el Señor os bendiga copiosamente en estas fiestas y llene vuestro corazón de alegría y paz. Muchas gracias.

PAPA BENDICTO XVI. El Vaticano, Audiencia 28 de diciembre 2011.Ver más

domingo, 25 de diciembre de 2011

Felices Fiestas


La Navidad es una fecha muy importante en que la familia se reúne para convivir y por lo menos saborear algunos alimentos, sobre todo en Noche Buena. Es bueno todo esto, pero mas sin embargo, cuando cada uno de nosotros vino al mundo, tal vez papá, mamá, tíos, primos, hermanos nos estaban esperando felices y contentos, por que alguien más se incorporaba a la familia, todos preocupados, en que nos regalarían.



No sé, tal vez naciste en un lugar muy lujoso, o tal vez no. Bueno el hecho es de que ya estas aquí y que hoy en esta Navidad al nacer Jesús, espero que nazca también en tu corazón, porque nuestro niño Jesús puede nacer mil veces pero si no nace en tu corazón es como si no hubiese Navidad. La Navidad es eso, el cambio que tú como persona debes mejorar, convivir con la familia todo el año no sólo en Navidad, y sobre todo cambiar nuestras malas conductas con todos los seres que nos rodean, compañeros de trabajo, papá, mamá, esposa, hijos, hermanos, etc.


Esperando que en esta Navidad nazca en sus corazónes el niño jesus.

Cuando Jesús nace todo es felicidad.


La O.S.S.M.  y el editor de esta pagina les desea paz y bien en todo momento, que Dios los bendiga y los colme de bienes




Nacimiento de Jesus

La Espera Sigue Latente 


¿Qué nos enseña la Navidad?
La Navidad es una de las fiestas más importantes de la Iglesia porque en ella celebramos que el Hijo de Dios se hizo hombre para abrirnos las puertas del Cielo, para enseñarnos el camino para la vida eterna.
La Navidad, a pesar de ser una fiesta cristiana, se ha popularizado en todo el mundo. Efectivamente, hasta los no creyentes celebran "las fiestas de diciembre", como se les dicen. Los regalos, los pinos adornados y la Santa Claus abundan en esta época y el gasto familiar se eleva a las nubes.
Por desgracia, el verdadero sentido de celebrar el nacimiento de Cristo se ha transformado en un mero intercambio de regalos, tal como lo hacían los paganos griegos y romanos para las fiestas de la Saturnalia, es decir, el inicio del invierno.
La celebración de la Navidad es un momento privilegiado para meditar en el texto evangélico de San Lucas 2, 1-20, en donde se narra con detalle el Nacimiento de Cristo.
Podemos reflexionar las virtudes que encontramos en los diferentes personajes involucrados y luego, aplicarlas a nuestra vida:
María nos enseña a ser humildes, a aceptar la voluntad de Dios, a vivir cerca de Dios por medio de la oración, a obedecer a Dios y a creer en Dios.
José nos enseña a escuchar a Dios y hacer lo que Él nos diga en nuestra vida, aunque no lo entendamos y a confiar en Dios.
Jesús nos enseña la sencillez. A Dios le gusta que seamos sencillos, que no nos importen tanto las cosas materiales. Jesús, a pesar de ser el Salvador del mundo, nació en la pobreza.
Los pastores nos enseñan que la verdadera alegría es la que viene de Dios. Ellos tenían un corazón que supo alegrarse con el gran acontecimiento del nacimiento de Cristo.
El 25 de diciembre se celebra la Navidad. Dios se hizo hombre para abrirnos las puertas del Cielo y enseñarnos el camino para la vida eterna.
Jesucristo es luz, amor, perdón y alegría para todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
La Sagrada Familia nos da ejemplo de la aceptación de la Voluntad de Dios, viviendo con sencillez, humildad y alegría el nacimiento de Jesús en el Portal de Belén.


El nacimiento de Jesús
"En una ciudad llamada Nazaret vivía una joven llamada María. María amaba mucho a Dios y estaba comprometida para casarse con un hombre muy bueno que se llamaba José y era carpintero.
Un día, se le apareció a María el Ángel Gabriel mandado por Dios y le preguntó si quería ser la Madre del Hijo de Dios y le explicó que el Espíritu Santo vendría sobre ella. María contestó que sí aceptaba.
José se preocupó mucho cuando María le dijo que iba a tener un bebé. Pero una
Noche, Dios le mandó a José un mensaje.
El ángel le dijo en sueños que no dudara en casarse con María pues el Hijo que Ella estaba esperando era el Hijo de Dios y que salvaría a los hombres del pecado.
José despertó y fue a buscar a María, la llevó a su casa y cuidó de ella.
En aquellos días el Emperador César Augusto, dio la orden de que todos tenían
Que ir al pueblo de donde eran sus familias para empadronarse.
José formaba parte de la familia de David que era del pueblo de Belén. Entonces José y María tuvieron que ir al pueblo de Belén. El viaje fue muy difícil para la Virgen María porque ya había llegado el momento de que naciera el bebé.
Tan pronto como llegaron a Belén, José empezó a buscar donde descansara María, pero no encontró ningún lugar porque todas las posadas estaban llenas de gente.
Al final, José encontró un establo y llevó ahí a María.
Al poco tiempo, nació el Niño Jesús. María envolvió al niño en pañales y lo acostó en un pesebre que José había preparado.
Cerca de Belén habían unos pastores que cuidaban sus ovejas, entonces se les apareció un ángel de Dios y les dijo: No tengan miedo, les traigo buenas noticias, hoy ha nacido en Belén el niño que será el Salvador, vayan a verlo.
De pronto, el Cielo se llenó de ángeles que cantaban a Dios diciendo: ¡Gloria a Dios en el Cielo y en la Tierra paz a los hombres de buena voluntad!
Los pastores corrieron hacia Belén y encontraron a José, María y el Niño Jesús tal como les habían dicho los ángeles. Adoraron al Niño y le ofrecieron regalos."

Tradiciones y Costumbres Navideñas
Lo más importante de las tradiciones y costumbres no es sólo el aspecto exterior, sino su significado interior
Origen de las tradiciones
Las tradiciones y costumbres son una manera de hacer presente, de recordar lo que ocurrió en el pasado. Son hechos y obras que se transmiten de una generación a otra de forma oral o escrita. La palabra tradición viene del latín “traditio” que viene del verbo “tradere” que significa entregar. Se podría decir que tradición es lo que nuestros antepasados nos han entregado.
En el caso de la Navidad, lo más importante de las tradiciones y costumbres no es sólo el aspecto exterior, sino su significado interior. Se debe conocer por qué y para qué se llevan a cabo las tradiciones y costumbres para así poder vivirlas intensamente. Este es un modo de evangelizar.
Existen muchas tradiciones y costumbres de la Navidad que nos ayudan a vivir el espíritu navideño, pero debemos recordar que este espíritu se encuentra en la meditación del misterio que se celebra.
A continuación, presentaremos algunas de éstas con una pequeña explicación acerca de su significado y origen:
El árbol de Navidad
Los antiguos germanos creían que el mundo y todos los astros estaban sostenidos pendiendo de las ramas de un árbol gigantesco llamado el “divino Idrasil” o el “dios Odín”. A este dios se le rendía culto cada año, durante el solsticio de invierno, cuando para ellos, se renovaba la vida. La celebración de ese día consistía en adornar un árbol de encino con antorchas que representaban a las estrellas, la luna y el sol. En torno a este árbol bailaban y cantaban adorando a su divinidad.
Cuentan que San Bonifacio, evangelizador de Alemania, derribó el árbol que representaba al dios Odín y en el mismo lugar plantó un pino, símbolo del amor perenne de Dios. Lo adornó con manzanas y velas, dándole un simbolismo cristiano. Las manzanas representaban las tentaciones, el pecado original y los pecados de los hombres; las velas representaban a Cristo, la luz del mundo y la gracia que reciben los hombres que aceptan a Jesús como Salvador.
Esta costumbre se difundió por toda Europa en la Edad Media. Por medio de la Conquista española y las migraciones, esta tradición llegó a América. Poco a poco, la tradición fue evolucionando: se cambiaron las manzanas por esferas y las velas, por focos que representan la alegría y la luz que Jesucristo trajo al mundo.
Los nacimientos
 El Papa San Sixto III, en el siglo V, ya celebraba la Navidad con algunas representaciones del nacimiento de Cristo que se realizaban en una gruta semejante a la de Belén que él mismo había mandado construir en una Iglesia.
Sin embargo, se considera a San Francisco de Asís el fundador de los Nacimientos quien, en 1223, quiso celebrar una “Noche Buena” en la que se reviviera el recuerdo de Jesús nacido en Belén.
Para que todos pudieran comprender mejor las condiciones en que sucedió, puso un Nacimiento en el bosque con personas y animales vivos. Esta actividad gustó mucho a las personas que asistieron y se popularizó. Con el paso del tiempo, la falta de espacio obligó a sustituir a las personas y animales con figuras de madera o de barro. Esta tradición fue acogida con gran cariño por todo el mundo cristiano desde el siglo XVI.
Para dar un sentido cristiano a la tradición: Poner un Nacimiento en casa, en el que podemos contemplar la imagen de Belén, el pesebre, lo pastores, los magos, José y María, puede ser además de una actividad que fomenta la unión familiar, una imagen que nos ayude a meditar en el misterio de la Navidad y en las virtudes de cada uno de los personajes. A través de los sentidos, se eleva nuestro espíritu ante este gran acontecimiento. El Nacimiento nos invita a reflexionar en el gran misterio de Dios hecho hombre por amor al hombre.
La flor de Nochebuena
Esta flor es originaria de México. Su nombre náhuatl es “tlazochitl” que significa “flor que se marchita”. Para los aztecas simbolizaba la sangre de los sacrificios que los indígenas ofrendaban al sol para renovar sus fuerzas. Los españoles la bautizaron como flor de Nochebuena porque florece en diciembre y la utilizaron como símbolo de las fiestas navideñas.
Las posadas
Las posadas son fiestas que tienen como fin, preparar la Navidad. Comienzan el día 16 y terminan el día 24 de Diciembre.
Su origen se remonta a los tiempos de la conquista:
Cuando los españoles llegaron a México, los aztecas creían que durante el solsticio de invierno, el dios Quetzalcóatl (el sol viejo) bajaba a visitarlos. Cuarenta días antes de la fiesta, compraban los mercaderes a un esclavo fornido y lo vestían con los atavíos del mismo dios Quetzalcóatl. Antes de vestirlo, lo purificaban. En la noche, lo enjaulaban y lo alimentaban muy bien. Salían con él por la ciudad y él iba cantando y bailando para ser conocido por su semejanza a Dios. Las mujeres y los niños le ofrecían ofrendas. Nueve días antes de la fiesta, venían ante él dos viejos muy venerables del templo y se humillaban ante él en una ceremonia en la que le decían: “Señor, sabrás que de aquí en nueve días se te acabará este trabajo de bailar y cantar porque entonces has de morir". El esclavo debía responder: “que fuese muy en buena hora”.
Llegado el día de la fiesta, a media noche, después de honrarlo con música e incienso, lo tomaban los sacrificadores y le sacaban el corazón para ofrecérselo a la luna. En los templos hacían ese día grandes ceremonias. En dichas ceremonias, dirigidas por los sacerdotes, se incluían ritos y bailes sagrados representando la llegada de Quetzalcóatl, así como ofrendas y sacrificios humanos en honor a él.
Durante el mes de diciembre, no sólo festejaban a Quetzalcóatl, sino que también celebraban las fiestas en honor a Huitzilopochtli. Estas duraban veinte días, iniciaban el 6 de diciembre y terminaban el 26 del mismo mes. Eran fiestas solemnes estaban precedidas por 4 días de ayuno y se coronaba al dios Huitzilopochtli, poniendo banderas en los árboles frutales. Esto es a lo que llamaban el “levantamiento de banderas”.
En el gran templo, ponían el estandarte del dios y le rendían culto. El pueblo se congregaba en los patios de los templos, iluminados por enormes fogatas para esperar la llegada del solsticio de invierno. El 24 de diciembre, por la noche y al día siguiente, 25 de diciembre, había fiestas en todas las casas. Se ofrecía a los invitados una rica comida y unas estatuas pequeñas de pasta llamada “tzoatl”.
Los misioneros españoles, que llegaron a México a finales del siglo XVI, aprovecharon estas costumbres religiosas para introducir entre los indígenas el espíritu evangélico. Así, transformaron las fiestas aztecas en fiestas cristianas, para que sirvieran como preparación para recibir a Jesús en su corazón el día de Navidad.
En 1587, el superior del convento de San Agustín de Acolman, Fray Diego de Soria, obtuvo del Papa Sixto V, un permiso que autorizaba en la nueva España la celebración de las "Misas de Aguinaldos", del 16 al 24 de diciembre. En estas Misas, se intercalaban pasajes y escenas de la Navidad. Para hacerlas más atractivas y amenas, se les agregaron luces de bengala, cohetes y villancicos. Posteriormente, la piñata.
En San Agustín de Acolman, con los misioneros agustinos, fue donde tuvieron origen las posadas. Los misioneros convocaban al pueblo al atrio de las iglesias y conventos y ahí rezaban una novena. Se iniciaba con el rezo del Santo Rosario, acompañado de cantos y representaciones basadas en el Evangelio, como recordatorio de la espera del Niño y del peregrinar de José y María de Nazaret a Belén para empadronarse. Las posadas se llevaban a cabo los nueve días previos a la Navidad, que puede simbolizar los nueve meses de espera de María. Al terminar, los monjes repartían a los asistentes fruta y dulces que simbolizaban las gracias que recibían aquellos que aceptaban la doctrina de Jesús.
Esta costumbre, con el tiempo se comenzó a realizar en barrios y luego, pasaron a formar parte de la vida familiar. Según la tradición, una Posada comienza con el rezo del Rosario y el canto de las letanías. Durante el canto, los asistentes forman dos filas que terminan con 2 ó 4 niños que llevan a la Santísima Virgen y a San José, llamados "peregrinos", que van a Belén. Al terminar las letanías, se dividen en dos grupos: uno entra a la casa y otro pide posada, imitando a San José y la Santísima Virgen cuando llegaron a Belén. Los peregrinos reciben acogida por parte del grupo que se encuentra en el interior. Luego de esto, siguen los alegres villancicos y termina la fiesta rompiendo piñatas y distribuyendo los "aguinaldos".
Las piñatas y los aguinaldos
Las piñatas tienen su origen en China, donde en primavera, al inicio del año chino, se llevaba a cabo una ceremonia en la cual los chinos elaboraban con papel la figura de un buey, la cubrían con papeles de colores y le colgaban algunos adornos con motivos agrícolas.
Los colores de la figura simbolizaban las condiciones en que se desarrollaría el año con respecto a la agricultura. Se rellenaban con cinco clases de semillas que caían cuando los mandarines le pegaban a la piñata con varas de diferentes colores. Cuando ya estaba vacía, se quemaba y la gente trataba de obtener parte de las cenizas considerando que daba buena suerte para todo el año.
Al pasar esta costumbre a Europa, en Italia la utilizaron para las fiestas de Cuaresma, dándole un sentido religioso:
La piñata está hecha con una olla de barro cubierta con papel de colores brillantes y representa al demonio, que suele presentar al mal como algo llamativo para que cautive al hombre y caiga en la tentación.
La piñata clásica tiene siete picos que representan a los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
El hombre que le pega a la piñata representa la fe que debe ser ciega, por eso lleva una venda en los ojos. Con la ayuda de Dios, se destruye al mal y así se descubren los frutos que hay dentro de la piñata y se dejan caer las gracias de Dios.
El palo con que se le pega a la piñata representa a la fuerza de la virtud que rompe con los falsos y engañosos deleites del mundo. Las virtudes que hay que cultivar para vencer los pecados capitales son: contra la soberbia, la humildad; contra la avaricia, la magnanimidad; contra la ira, la paciencia; contra la envidia, la generosidad; contra la lujuria, la castidad; contra la gula, la templanza; contra la pereza, la diligencia.
El relleno de la piñata es símbolo del amor de Dios porque al romper con el mal, se obtienen los bienes anhelados; es símbolo de esperanza porque todos ven hacia arriba, con los ojos puestos en el cielo que es de donde vendrá el premio celestial
De Italia, la costumbre de romper piñatas en Cuaresma llegó a España y los españoles organizaron una fiesta el primer domingo de cuaresma. a la que llamaron “Baile de la piñata”. Romper la piñata al inicio de la Cuaresma, simbolizaba el deseo de acabar con el mal en la propia vida, la conversión del corazón para volver a Dios y recibir los bienes eternos.
A principios del siglo XVI, esta tradición era desconocida en América. Sin embargo, en México, los indios mayas, que gustaban mucho del deporte, tenían un juego en el que trataban de romper con los ojos vendados una olla de barro llena de chocolate que se balanceaba detenida de una cuerda. A los frailes evangelizadores se les ocurrió que serviría de catequesis el dar un sentido religioso al juego de la olla, enseñándoles el significado religioso de las piñatas y promoviendo que se rompieran durante el tiempo de adviento como un complemento a las fiestas de las posadas y con el mismo sentido de conversión que le daban los europeos.
Los aguinaldos son bolsitas o canastas con dulces y galletas que se entregan a las personas que, por su edad o por su salud, no pueden acercarse a recoger los dulces y las frutas de las piñatas. La idea de que nadie se quede sin recibir los beneficios de la piñata y sin participar de la alegría de la fiesta.
Las pastorelas
En el siglo XVI, en Italia, Torcuato Taso dio a conocer el género teatral “fábula pastoril” que era una pastorela o villancico escenificado. La palabra pastorela viene del italiano “pastorella”, que en español significa pastorcilla.
En México, los mayas y los aztecas, hacían representaciones dramáticas de diferente  tipos: cacerías, hombres disfrazados de animales, curaciones importantes, etc. Estas representaciones tenían un carácter religioso y se llevaban a cabo frente a los templos de sus dioses. Los misioneros aprovecharon las inquietudes teatrales y religiosas del pueblo para evangelizarlos, suplantando poco a poco sus ritos paganos por las pastorelas.
El inicio formal de las pastorelas, según algunos historiadores, fue en 1527 en Cuernavaca con “La comedia de los reyes”. En 1530, se escenificó “La Natividad Gozosa de nuestro Salvador”. Poco a poco, se comenzó a escenificar el peregrinar de José y de la virgen María y se fueron incorporando las aventuras de los pastores y las tentaciones que lograron vencer para llegar a Jesús. En las pastorelas se ve claramente la lucha entre el bien y el mal.
Las pastorelas son una bellísima, tierna e ingenua representación escénica, de marco festivo y alegre, que refiere acontecimientos previos a la venida de Jesús y termina con el esplendor inocente del pesebre y la adoración de los pastores. En ésta se mezclan personajes divinos y humanos donde el destino eterno de los hombres ocupa el papel central de la trama. Los personajes centrales son Dios, la Virgen y los pastores que acuden a adorar al niño Jesús en la gruta de Belén. Las pastorelas son jocosas y alegres, presentan al diablo ridiculizándolo y terminan siempre con su derrota, con el triunfo del bien sobre el mal. Se trata de despertar en los oyentes los más nobles sentimientos de amor, dando una moraleja y un mensaje de tipo religioso donde se exalta la fe cristiana.



domingo, 18 de diciembre de 2011

Cuarto domingo de Aviento

ENCENDER LA CUARTA VELA

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

(MORADO = PENITENCIA EN LA ESPERA DE LA LLEGADA DEL SEÑOR)


La Navidad es el encuentro pleno y definitivo entre Dios y el hombre. A decir verdad, no ha sido éste un encuentro fácil. Dice el libro del Génesis que cuando, según su costumbre, Dios “paseaba por el jardín a la hora de la brisa” (cf. Gn 3, 8) el hombre temió y se ocultó de su vista al comprender que estaba desnudo. El lenguaje usado habla de una familiaridad cotidiana entre Dios y el hombre. Pero la conciencia de la confianza traicionada hace que el ser humano se sienta desnudo: así nos sentimos siempre cuando nos damos cuenta de que “nos han pillado”. Y esa vergüenza engendra temor y el deseo de huir y desaparecer. Y el temor, el deseo de esconderse y huir ha impedido que ese encuentro buscado por Dios por largo tiempo haya podido realizarse.

Por otro lado, es verdad que el ser humano ha desplegado su dimensión religiosa a lo largo de la historia de múltiples formas. Ha construido templos y parece que le ha ofrecido a Dios su hospitalidad. Es lo que nos narra la primera lectura. Pero ahí vemos que Dios se resiste a esa hospitalidad: el Señor del universo no se deja encerrar en una casa, ni de cedro, ni de mármol. Y es que detrás de esa aparente generosa hospitalidad se ha escondido con mucha frecuencia la voluntad humana de encerrar a Dios en sus templos, es decir, en sus conceptos y planes, y de usarlo para sus fines. El poder político ha sido especialmente sensible a esa manipulación. Y en la Biblia hay toda una corriente de crítica sistemática del poder político y su intento de dominar a Dios (pues ése fue el pecado fundamental narrado en el tercer capítulo del Génesis, la voluntad de ocupar el lugar de Dios), que se refleja, entre otras cosas, en la crítica del culto oficial en el templo. Por eso, pese a la buena disposición de David, Dios aplaza el proyecto y, a cambio, promete que será Él quien le dará una casa, una descendencia, precisamente, Jesús, el verdadero templo de Dios en la tierra.

En síntesis, el temor humano por la vergüenza del pecado, y el pecado desvergonzado de querer manipular a Dios han producido, más que encuentros, desencuentros y encontronazos.

¿Qué ha hecho Dios entre tanto? Dios ha seguido buscando al hombre desde el respeto de su libertad, ha preparado los pasos para un encuentro definitivo, de reconciliación y amistad. No podía ser más que un encuentro a la altura del hombre, para evitar el temor: la Palabra había de tomar carne humana, para hablar al hombre huidizo, temeroso y, al tiempo, sediento de poder, en un lenguaje que pudiera comprender y aceptar. Y, como todos los encuentros de “alto nivel”, había de estar precedido de otros encuentros que lo prepararan. Toda la historia de Israel no habla sino de esto: largas tratativas repetidamente frustradas por el temor y el orgullo, pero que fueron dando sus frutos al encontrar también corazones bien dispuestos.



Del Segundo Libro de Samuel. 7, 1-5. 8-12. 14. 16.

Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: "¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro, mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?" Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dicte el corazón, porque el Señor está contigo". Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: '¿Piensas que vas a ser tú el que me construya una casa para que yo habite en ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres más famosos de la tierra. Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los tiempos en que establecí Jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos. Además, Yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante Mí y tu trono será estable eternamente".

Palabra de Dios.

De la Carta del apóstol San Pablo a los romanos. 16, 25-27.

Hermanos: A aquel que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado, predicando a Cristo, conforme a la revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno de Dios, ha quedado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios Unico, infinitamente sabio, démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén.

Palabra de Dios.

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-28

En aquel tiempo, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el Angel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.

El Angel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y El reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".

María le dijo entonces al Angel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El Angel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios.

Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mi lo que me has dicho". Y el Angel se retiró de su presencia.

Palabra del Señor

Para reflexionar

Esta primera lectura tomada del segundo libro de Samuel, el Rey David expresa su deseo de construir una casa para Dios. Dios, sin embargo, rechaza la oferta. Promete a David una descendencia real y duradera, de la cual vendrá el Salvador. Los descendientes de David serán la casa en que Dios viva y El mismo la edificará. Escuchemos.

La segunda lectura nos presenta la Revelación del misterio de Jesucristo, manifestado en las Escrituras. Este misterio es el plan divino de salvación universal, manifestado ahora en la Encarnación del Hijo de Dios. Jesús es la sabiduría de Dios revelada y en Él damos gloria a Dios.

Nuestra preparación y espera gozosa de Adviento no está completa sin María, la Madre de Dios. El Evangelio de san Lucas nos presenta a la Virgen en la Anunciación. Con sencillez y humildad María dijo: "SI" a Dios. Desde este momento el Verbo se encarna en nuestra humanidad; Jesucristo es el Hijo de David, pero también nuestro Hermano.






miércoles, 14 de diciembre de 2011

Viaje a Roma del Sr. Arzobispo y sus obispos auxiliares

VISITA DE LOS OBISPOS POBLANOS A LOS JARDINES Y MUSEOS VATICANOS
EN SU 3ER DIA DE VISITA A LA CD. DEL VATICANO


Este martes 13 de diciembre, el Arzobispo de Puebla, Mons. Víctor Sánchez Espinoza y sus Obispos Auxiliares, Mons. Dagoberto Sosa Arriaga y Mons.Eugenio Lira, así como Mons. Rodrigo Aguilar, Obispo de Tehuacán acompañaron al Sr. Gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle y a su esposa D. Martha Erika Alonso de Moreno Valle y su comitiva al recorrido por los Jardines Vaticanos y a los Museos Vaticanos.


Este recorrido es acompañado por el Emmo. Sr. Cardenal Angelo Comastri, Vicario general de Su Santidad para el Estado de la Ciudad del Vaticano, Arcipreste de la Basílica Papal de San Pedro y Presidente de la Fábrica de San Pedro, allí el Arzobispo de Puebla durante la visita a la tumba del Beato Juan Pablo II dio el siguiente discurso:


Basílica de San Pedro, 13 de diciembre de 2011


Emmo. Sr. Cardenal Angelo Comastri
Vicario general de Su Santidad para el Estado de la Ciudad del Vaticano, Arcipreste de la Basílica Papal de San Pedro y Presidente de la Fábrica de San Pedro.

Excmo. Sr. Ing. Dn. Héctor Federico Ling Altamirano,
Embajador de México ante la Santa Sede

Excmo. Sr. Dr. Dn. Rafael Moreno Valle Rosas,
Gobernador Constitucional del Estado de Puebla

Sra. Maestra Dña. Martha Erika Alonso de Moreno Valle,
Presidenta del sistema DIF Estatal

Sr. Lic. Dn. Ángel Francisco Javier Trauwitz Echeguren,
Secretario de Turismo del Estado de Puebla

Sr. Dr. Dn. Miguel Hakim Simón,
Titular de la Coordinación Estatal de Asuntos Internacionales y de Apoyo a Migrantes Poblanos

Excmo. Sr. Dn. Rodrigo Aguilar Martínez,
Obispo de Tehuacán

Excmos. Señores Dn. Dagoberto Sosa Arriaga y Dn. Eugenio Lira Rugarcía, Obispos auxiliares de Puebla

Señoras y señores miembros de la Comitiva del Estado de Puebla para esta visita al Santo Padre y al Estado del Vaticano:

Quienes representamos al Estado de Puebla en visita oficial del Sr. Gobernador al Estado Vaticano, estamos viviendo en este día uno de los momentos más significativos del presente viaje, además del encuentro que, Dios mediante, el día de mañana nos concederá el Santo Padre, quien nos ha llenado de alegría y esperanza al anunciar oficialmente su próxima visita a nuestra patria.

Agradecemos a Su Eminencia, el Cardenal Comastri, que amablemente nos recibe y acompaña en este inolvidable recorrido a la Basílica de San Pedro, tan apreciada por innumerables personas y “tan querida para el mundo católico”[1], como decía el Beato Juan Pablo II, cuya tumba tenemos el privilegio de visitar, y quien, refiriéndose al Tiempo Litúrgico del Adviento en el que ahora nos encontramos, comentaba:

"Adviento quiere decir, ante todo, venida… es la historia de las relaciones primeras entre Dios y el hombre… el cristiano, recoge en su propia alma el misterio de la venida de Dios, y de esta realidad su corazón recibe constantemente impulso y vida”[2].

En esta majestuosa Basílica, construida en torno a la Tumba del Apóstol san Pedro, experimentamos de modo peculiar esa presencia de Dios, que en Cristo ha venido a nuestras vidas, y quien dijo a Simón: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18). Simón es Pedro, y la piedra es “Cristo”, advierte san Agustín[3].

Al contemplar este espacio sagrado, que representa al Cuerpo de Cristo, la Iglesia, lleno de arte y de belleza, bien podemos aplicar a esta extraordinaria Basílica, aquellas palabras del noveno Obispo de Puebla, el Beato Juan de Palafox y Mendoza, con ocasión de la consagración de la Catedral de nuestra amada Angelópolis: “…estas losas, esta piedra… estos retablos… todo aspira… a que hagamos templo nuestras almas del Verbo de Dios”[4].

Señoras y señores ¡Que dicha tan grande estar en este sitio, donde fe y auténtico humanismo conviven! Aquí comprendemos aquello que el Sucesor de san Pedro, el Papa Benedicto XVI, ha señalado: “No hay desarrollo pleno ni un bien común universal sin el bien espiritual y moral de las personas, consideradas en su totalidad de alma y cuerpo” [5].

Testigo de esto fue el Beato Juan Pablo II, quien honró a Puebla al convertirla el 28 de enero de 1978 en destino del primer viaje de su Pontificado, para inaugurar los trabajos de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que tuvo por sede nuestro Seminario Palafoxiano, fundado en 1644 por otro Beato; el Obispo Palafox.

Que por intercesión de Santa María de Guadalupe, el testimonio que Dios nos ofrece en el amado Papa Juan Pablo II, Beato, sea para todos una invitación a descubrir las maravillas que Dios puede hacer en quien lo recibe como amigo, y encuentra en Él la fuerza para entregarse al bien de sus semejantes, fijando la mirada, con alegría y esperanza, en la eternidad feliz que nos aguarda.
Muchas gracias.



Asi mismo, nos llena de alegria saber que nuestro anterior parroco ahora monseñor Dagoberto Sosa se encuentre como obispo auxiliar de la diocesis, es lo menos que se merece. Lo queremos mucho y lo extrañamos mas, en nuestras plegarias usted siempre esta presente.